momento en que los sacerdotes brindaron su oración frente a los restos del PADRE BROCHERO.
La tumba permaneció abierta solo unos minutos, para los sacerdotes que participaban de la ceremonia.
Podemos apreciar el poncho, que todos los años se deposita en feretro, y que luego se corta en trocitos para pegar a las estampitas que se reparten entre los fieles.
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